EL CUERPO.....".DEL DELITO" (.1ª parte )

martes, 2 de julio de 2013

Si hay un pilar del SER humano que ha sido maltratado a lo largo de la historia, ese ha sido el CUERPO.
A lo largo de mi ya dilatada carrera de profesor de Educación física y de entrenador de diversas disciplinas, así como practicante de numerosas actividades físicas, he observado auténticas aberraciones hacia el cuerpo, fruto quizás, de la falta de conocimiento, de ideas del pasado acerca de su cuidado o de tendencias, modas y prejuicios, originados en gran medida por creativos publicitarios que buscan sacar provecho del escaso espíritu critico que envuelve esta sociedad de consumo.
¿Salud, dinero o amor?,.........¿cuantos de vosotros habéis respondido salud?. Sin miedo a equivocarme, estoy seguro de que la gran mayoría. Entonces, si la salud es el soporte fundamental de nuestra vida, ¿ porqué no le dedicamos el tiempo y los cuidados que merece hasta que aparecen los primeros indicios de su ausencia?. Desde comienzos del siglo XXI, estamos asistiendo al boom del deporte popular. Cientos de miles de personas que diariamente acuden fieles a su cita con el ejercicio físico. Sus motivaciones son bien diferentes: salud, estética, competición, relaciones sociales,diversión, contacto con la naturaleza, etc. Muchos de ellos, completan esa práctica con unos hábitos de vida higiénicos de manera continua, en ocasiones incluso con excesiva rigidez, convirtiéndose en una auténtica obsesión. Sin embargo, este dato, que obviamente es positivo, conviene analizarlo.
La participación en actividades deportivas,sean de la índole que sean, ha descendido entre la población menor de 35 años, especialmente y de manera drástica entre la población adolescente y de la franja de edad entre 20-30 años. Asimismo, se observa un incremento de la tasa de obesidad infantil y juvenil, así como de problemas de salud que tradicionalmente se manifestaban en edades más tardías; lumbalgias, problemas articulares, colesterol alto, deformaciones en la columna por falta de sostén muscular, etc. ¿Que lectura sacamos de estos datos?. La respuesta está muy clara. No hay más que preguntar a las personas activas cual es la causa de que hayan decidido empezar a cambiar sus hábitos y nos encontraremos respuestas como; "estaba tan pasado de peso que todo me costaba un esfuerzo enorme", "no me gustaba cuando me veía en el espejo", "el médico me recomendó que empezase a nadar para el dolor de espalda", "veía a mis amigos disfrutar el fin de semana jugando y sentía cierta envidia"...y así muchos más casos reales, con un denominador común, que hasta que no ha aparecido una carencia, física o psicológica, no han intentado buscar una solución y eso ocurre en gran medida a partir de los 35-40 años, es decir, en la segunda mitad de nuestra vida, habiendo desaprovechado gran parte de nuestra potencialidad para crear salud en nuestra vida anterior.
El problema en mi opinión es la falta de una adecuada cultura física, que de al cuerpo la importancia que merece, por encima de estereotipos mercantilizados que destruyen mas que aportan y distorsionan los auténticos valores de la juventud. Esa cultura física debe partir en primer lugar de nosotros mismos, educadores, padres, tutores, orientadores, etc. No tengo ninguna duda de que el ejemplo que damos, en ocasiones educa más que la mas brillante oratoria o la presentación más ingeniosa. Una vez más, no debemos esperar el cambio en los demas, debemos ser el cambio nosotros mismos y así generar sinergias y conseguir la interdependencia.

Vamos a aterrizar. Os propongo unas pautas para comenzar a crear esa cultura del cuerpo que pretende mejorar la salud física y mental de la persona, con vistas a un desarrollo óptimo de su potencialidad, que le capacite para logros mayores.

  • Reserva en tu agenda cada día, un tiempo para el ejercicio. Da igual que sean 10 minutos o una hora, las endorfinas que tu cuerpo genere te irán enganchando y en un mes habrás creado el hábito y no entenderás la jornada sin actividad física.
  • Comparte el ejercicio con amigos. No sólo será más lúdico, sino que en algún momento de debilidad o indecisión pueden convertirse en tu motor de encendido.
  • Anota en un diario tus ejercicios, comprobaras como mejoras y ello te motivará a  continuar.
  • Infórmate sobre lo que haces. No todo el mundo está capacitado para cualquier actividad. Sino puedes acceder a un profesional, escucha a gente de tu confianza que tenga una dilatada experiencia.
  • Recuerda que la parte más importante del entrenamiento es el descanso. En el descanso, el cuerpo produce las adaptaciones necesarias para compensar el desgaste del entrenamiento. Por lo tanto, un descanso insuficiente provoca una perdida progresiva de la capacidad adquirida. Tú mejor que nadie, vas a marcar tus pautas de sueño, pero en general 8 horas de descanso son necesarias para una completa supercompensación.
  • "Somos lo que comemos". Si te sientes sano debes comer sano. Fruta, verdura, cereales, carnes y pescados cocinados al horno, plancha o al vapor, no deben faltar en tu dieta. La cantidad dependerá del volumen y la intensidad de tu actividad. Asesórate y tiende a ser autónomo en tu alimentación.
Recuerda que buscamos el equilibrio, por eso, de vez en cuando reflexiona sobre los resultados, sobre tu actitud y sobre como tu nuevo rol influye en tu entorno. A veces una actividad que debe ser complementaria puede llegar a anular otras que son esenciales ( trabajo, familia, amigos).
Fundamentamente un entrenamiento consciente y responsable, la alimentación y el descanso son las bases para cuidar el cuerpo en adultos. En la siguiente entrada abordaré como enfocar la creación de una correcta cultura física en niños y adolescentes.